Situada en la parte alta de Cala Saona, la finca data de principios de 1956 (alrededor de los años 30) y, por su ubicación y extensión, fue el centro agrícolo de Formentera, punto de referencia para toda la parte de la isla que da a Cala Saona.
Una primera renovación parcial del edificio principal data de los años setenta. 
En la década de 1990, con la nueva propiedad, se encargó el primer proyecto completo de restauración y conservación al arquitecto Philippe Rotthier, que le dio su particular estructura y sus actuales características volumétricas, ampliando la propiedad de 60 a 220 metros cuadrados.
Philippe Rotthier se convirtió en esos años en el intérprete más importante de la arquitectura tradicional de Ibiza. Las casas en las que interviene el arquitecto belga se construyen según técnicas tradicionales y su diseño pretende dotarlas de la máxima autosuficiencia. Rotthier se convirtió en un especialista de la construcción arcaica, siendo en aquel momento uno de los pocos arquitectos de Baleares con los conocimientos y la madurez para construir casas vinculadas a una tradición milenaria
Afincado en Baleares desde 1972, Rotthier ha realizado numerosos proyectos de restauración y construcción entre Ibiza y Baleares, que han sido publicados en todo el mundo.
Can Jordi es su única obra en Formentera y ha sido publicada en numerosas revistas y catálogos de arquitectura.
Hoy Rotthier, a sus 81 años y todavía en Ibiza, está jubilado.
Sin embargo, gracias a su inspiración, sus proyectos y el trabajo de su estudio, la segunda renovación y ampliación de Can Jordi, según el diseño original, se aprobó en 2022.

Nuevo Proyecto:
El nuevo proyecto aprobado incluye la ampliación del edificio existente con cuatro nuevos dormitorios y cuatro cuartos de baño en la planta baja, y un sótano donde está prevista una sala Gim, una amplia sala de juegos, una sauna, un grande cuarto de baño con duchas, un patio inglés, un amplio lavadero, una sala técnica y un trastero.  
El edificio existente se utilizará en su totalidad como zona de dìa con amplios salones, comedor, cocina, terrazas, excepto en la planta superior donde habrá un despacho, con cuarto de baño,  y el anexo existente que albergará una junior suite con su propio cuarto de baño.
En el exterior no faltarà la piscina.
La nueva intervención, al igual que en el proyecto original, se limitará a la realización de los nuevos espacios sin intervenir en modo alguno sobre lo existente, y ampliará el inmueble de 220 a 392 metros cuadrados más 148 metros cuadrados de sótano.

Situación:
Maravilloso terreno de 25.000 metros cuadrados dividido en olivar, campo de lavanda, zona con árboles frutales, zona de piscina, campo de paddel, etc., con vistas al mar aquí y allá, a un kilómetro y medio de la playa de Cala Saona, el puerto de La Savina y el pueblo de San Francisco, pequeña capital de la isla.